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Que el mundo está inmerso en un proceso cambio, no es ninguna novedad. En un entorno económico difícil, turbulento y lleno de incertidumbre como en el que vivimos actualmente, debemos marcar la diferencia con nuestros competidores y para ello tenemos que apostar por los activos “intangibles” de nuestra organización (capital humano, conocimiento y marca).

La dirección de recursos humanos tiene que gestionar el conocimiento para que los colaboradores de la empresa sean más efectivos y eficientes en la toma de decisiones, aportando soluciones rápidas y acertadas a las necesidades del cliente, aumentando su rendimiento para mejorar la competitividad.

Mejorar el nivel competencial de los recursos humanos requiere flexibilidad, rapidez y motivación. Alinear la estrategia de la empresa y los objetivos exige comunicación directa y eficaz. La información debe fluir y ser compartida por todos los miembros de la organización.


Una dirección de RRHH eficaz, no sólo debe pensar en la gestión económica del capital humano de la empresa, tiene que medir el trabajo y el nivel de desempeño de cada uno de sus colaboradores y poner en valor los resultados que aporta a la organización.
Es justo aquí, donde la Dirección de RRHH cobra protagonismo convirtiéndose en el catalizador del cambio y de la evolución:

1º GESTACIÓN / ATRACCIÓN:

Tiene que establecer una misión, una estrategia y unos objetivos que determinen las necesidades y los logros que debe alcanzar la empresa, para saber el talento que debe retener o debe buscar fuera de la organización.

2º SELECCIÓN:

Reclutar colaboradores competentes y competitivos, recordando que poseer conocimiento no es suficiente debemos orientar la selección del talento a descubrir la capacidad creativa e innovadora del individuo. Tenemos que pensar en evolucionar y mejorar, no conformarnos con soportar y sobrevivir a este proceso de cambio constante.

3º FORMACIÓN:

El conocimiento aporta valor a la organización, por lo que debemos invertir en el conocimiento de los RR.HH estableciendo un proceso de formación continua que facilite el conocimiento, fomentando las competencias necesarias para cada puesto.

4º EVALUACIÓN:

Establecer con exactitud las tareas, funciones, objetivos, comunicación, influencia en el clima laboral… todos aquellos aspectos que hay que medir, para poder conocer el valor que aporta cada miembro a la organización y descubrir en que puntos puede mejorar y evolucionar.

5º MOTIVACIÓN:

Es fundamental para el éxito empresarial, ya que están estrechamente relacionados con la consecución de objetivos. Hay que buscar en todos y cada uno de los colaboradores los puntos sensibles que afectan al clima laboral. La retribución económica variable ligada a la productividad, la flexibilidad de jornada, autonomía, conciliación de la vida personal y laboral, incorporar TIC,s que favorecen la optimización del trabajo (tiempo, desplazamiento, etc.) y así un largo etcétera de variables que contribuyen a la implicación de los colaboradores.

6º RETENCIÓN:

La función de RRHH tiene que estar en constante movimiento, en evolución permanente, obteniendo un feedback continuo de sus colaboradores para evitar la pérdida de capital humano.

7º GESTACIÓN / ATRACCION:

Y vuelta a empezar para reflexionar sobre la estrategia y su despliegue dentro de la empresa.

La dirección de RR.HH debe crear valor a través de una estrategia de ventaja competitiva en RRHH que permita generar rentas por encima del coste de oportunidad de los colaboradores. Para ello es fundamental establecer una relación entre retribución y rendimiento, que permita aumentar los resultados del capital humano apoyando a las personas con las exigencias formativas que su puesto requiere.
imagen: daily sunny


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