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Saber qué hacer cuando hay tantas cosas por hacer, será fundamental para alcanzar una alta productividad en nuestro desempeño y trabajo diario.
En un entorno inmerso en las tecnologías, en el que estamos conectados a través del smartphone, el ordenador, la tablet, etc. las tecnologías nos brindan la oportunidad de enriquecernos de múltiples beneficios, pero las oportunidades que nos brindan las nuevas tecnologías también pueden conducirnos al desconcierto.
¿Cómo ser más productivo? ¿Quieres ser más productivo?  A continuación, os presento 4 puntos para alcanzar una mayor productividad:

  1. Ponte metas diarias realistas y evidentes. Consiste en planificar las tareas diarias en función de la prioridad de las tareas, así como, las tareas que debes realizar a lo largo de la semana. Es recomendable, realizar una lista de tareas e ir marcándolas conforme las realicemos. Asimismo, es recomendable, comenzar por aquellas tareas que nos resulten menos atractivas o interesantes, porque así, cuando antes empecemos antes las terminaremos.
  2. Concentración. A veces resulta difícil concentrarse mientras estamos rodeados de dispositivos que continuamente suenan y nos desconcentran. La falta de concentración es uno de los grandes inconvenientes para alcanzar una alta productividad, es decir, la concentración es vital para realizar con éxito las tareas.  Evita las tentaciones y distracciones (smartphone, internet, ordenador, llamadas telefónicas ineficientes, etc.), concéntrate en una única tarea.
  3. Descansa. El descanso además de ser fundamental para la salud, también lo es para la productividad, la falta de descanso nubla el pensamiento y nuestra capacidad de reacción ante las circunstancias (carga pilas). Además, también es importante durante la jornada laboral tomarse momentos de descanso para desconectar, andar y moverse, en especial, cuando estamos centrados en una tarea que requiere mucho tiempo (recarga pilas).
  4. Motivación personal. La automotivación, es una fuerza esencial. Sentirnos motivamos, es sentirnos con esa energía que nos permite tomar iniciativas y realizar acciones para alcanzar los objetivos. Pensar en todas aquellas cosas que pudieras lograr si fueras más productivo, ayuda a aumentar la productividad. Es recomendable, aprovechar los momentos en los que nos sentimos más motivados para realizar aquellas tareas menos agradables. Además, observa cual es tú momento más productivo del día, si este es al principio del día (cuándo solemos tener un alto nivel de energía y concentración), aprovéchalo para realizar las tareas prioritarias. Conforme tú energía vaya disminuyendo, deja las tareas reiterativas para esos momentos de menos energía.

Para ser productivo hay que querer serlo. Por mucho que nos digamos a nosotros mismo “quiero ser productivo”, si no trabajamos en ello, no alcanzaremos una alta productividad. La productividad se demuestra en la ejecución.

“Saber no es suficiente; tenemos que aplicarlo. Tener voluntad no es suficiente: tenemos que implementarla.”   

imagen: Sylvia Currie


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