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El valor de tener todo en un ERP hecho para el calzado

En la industria del calzado, muchas compañías sienten que ya no fabrican zapatos: fabrican integraciones. La presión por vender en más canales, acortar plazos y ajustar márgenes ha acelerado la digitalización, pero también ha multiplicado las piezas del puzle tecnológico. ¿El resultado? Datos duplicados, procesos que no “conversan” entre sí y decisiones más lentas de lo que el mercado exige. 

El contexto no ayuda: tras el bache de 2023, la producción mundial de calzado repuntó un 6,9% en 2024 hasta 23,9 mil millones de pares, con Asia reforzando su dominio hasta el 88% del total. La demanda en la UE también rebotó (+121 millones de pares), intensificando la competencia y la necesidad de reaccionar con visibilidad “en tiempo real”. World Footwear+1 ClaveiPro

👉En España, FICE advirtió que 2024 estaría marcado por una desaceleración del sector, un entorno en el que la eficiencia operativa y el control son diferenciales para proteger márgenes. FashionUnited 

A la vez, los números dejan claro que más herramientas no equivale a mejores resultados: según Gartnersolo el 48% de las iniciativas digitales alcanzan o superan sus objetivos de negocio. Parte del problema está en los silos de datos y la mala calidad del dato, que cuestan de media 12,9 M$ al año por organización. No es una cifra abstracta: es tiempo perdido reconciliando sistemas, errores de sincronización y decisiones tomadas con información incompleta. Gartner+1 

Este artículo parte de una idea sencilla: menos piezas tecnológicas y un ERP que entienda el calzado (modelo, color, talla, horma, fases y subcontratas) reducen integraciones innecesarias y devuelven a la empresa lo que necesita de verdad: datos únicos, procesos conectados y foco en producir.

El laberinto de las integraciones: cuando la tecnología se vuelve un freno 

En el entorno de la fabricación y distribución de calzado, no es raro encontrar empresas con una decena de sistemas diferentes conviviendo: ERP genérico, módulos de producción, gestión de almacén, contabilidad, CRM, e-commerce, hojas Excel, bases de datos antiguas… Cada uno resuelve un aspecto, pero casi todos requieren “hacer que hablen” entre ellos. Esa necesidad de integración es precisamente uno de los frenos invisibles que drenan tiempo, costes y agilidad. 

▶️Cómo se llega ahí

El ciclo típico es el siguiente: una empresa crece, incorpora nuevos canales o subcontrata fases de producción, necesita más visibilidad y añade una solución “puntual”. Esa solución se integra con lo existente pero casi siempre parcialmente, lo que empieza a generar una red de conectores, reconciliaciones manuales y adaptaciones especiales. Con el tiempo, el volumen de integraciones crece, cada cambio en un sistema desencadena un efecto en otros, y los costes operativos suben. 

Costes ocultos y consecuencias reales 

Los costes no siempre son visibles en facturas de software, pero sí se reflejan en tareas que consumen tiempo, errores que se repiten y decisiones que se retrasan. Estas son algunas evidencias: 

🔹Según Gartner, los silos de datos y sistemas desconectados cuestan a las organizaciones en promedio 12,9 millones de dólares al año en productividad perdida y errores operativos. EZO.io+2cbh.com+2 

🔹Un estudio sobre integración de aplicaciones señala que aproximadamente el 44 % de las empresas considera que la falta de integración entre aplicaciones es uno de los principales obstáculos para generar insights de valor a partir de los datos. elastic.io 

🔹En el ámbito de la fabricación, se menciona que los silos de datos “hacen que se dupliquen sistemas y esfuerzos” lo que incrementa costes operativos innecesariamente. Credencys Solutions Inc. 

🔹En cuanto al coste específico de “hacer que los sistemas se hablen”, un análisis indica que las tarifas de licencias de software para integración pueden oscilar entre 10.000 y 100.000 USD anuales según escala y complejidad, sin contar la preparación de datos que puede representar 25-30 % del presupuesto de integración. Future Processing 

Estos datos muestran que la situación no es trivial: para un fabricante de calzado que tiene múltiples variantes (modelo, color, talla, horma), varias fases de producción y distintos canales de venta, depender de un conjunto heterogéneo de sistemas y conectores puede significar trabajar más en «arreglar datos» que en fabricar. 

👉¿Por qué frena el negocio del calzado? 

Para el sector calzado, los efectos se traducen en varios puntos críticos: 

    • Visibilidad fragmentada: Si el almacén, producción y ventas no comparten datos de talla/color/modelo de forma inmediata, se generan retrasos, errores de stock o falta de producto. 
    • Retraso en la toma de decisiones: Cuando los datos de una subcontrata, de la fase de acabado o del canal de venta tardan en llegar o no están sincronizados, la fábrica no puede reaccionar ágilmente frente al mercado. 
    • Dependencia de recursos humanos para reconciliar: Cada vez que un sistema no “encaja” con otro, se requiere intervención manual, correcciones, duplicidad de tareas, con coste directo de tiempo y error. 
    • Riesgo de costes ocultos: Desde recuentos que no cuadran, devoluciones, discrepancias de inventario por talla/modelo, hasta sobrecostes por producción improductiva o exceso de stock. 
    • Escalabilidad limitada: Cuando cada nueva herramienta añade otro conector, la complejidad crece más que la empresa, generando un cuello de botella tecnológico antes que operativo. 

Un cambio de paradigma: menos piezas, mejor estructura 

Con todo lo anterior, la conclusión es clara: el reto no es necesariamente añadir más software, sino tener un sistema que de base incluya los procesos críticos del negocio de calzado y que minimice la necesidad de integraciones personalizadas. Para un fabricante, esto significa: ERP para calzado

✅ Elegir un ERP que ya tenga construidos los elementos específicos del sector (modelo, horma, talla, fases de producción, almacén, subcontrata). 

✅ Evitar que cada nuevo canal, cada nuevo proveedor o cada nueva fase de producción requiera un desarrollo de integración ad-hoc. 

✅ Destinar recursos de TI y operaciones a fabricar mejor en lugar de hacer que los sistemas trabajen entre sí. 

✅ Aumentar la velocidad de reacción, reducir errores y liberar tiempo de equipo para tareas de valor (innovación, nuevos modelos, reducción de tiempos). 

En el siguiente apartado veremos cómo un ERP sectorial para calzado puede cumplir ese papel de “plataforma única” que conecta operaciones, sin convertirse en otro laberinto tecnológico. 

El ERP sectorial: una única plataforma que entiende tu negocio 

Cuando una empresa del calzado decide modernizarse, llega un momento crítico: ¿seguimos añadiendo sistemas a la maraña o damos un salto hacia una plataforma que lo englobe todo? Para los fabricantes, que manejan modelo, talla, color, horma, fases de producción, subcontratas, almacén, ventas mayorista y retail, la elección no es trivial. Un ERP pensado para su industria concreta puede marcar la diferencia. 

¿Qué tiene que entender un ERP del sector calzado?

Para que un ERP cumpla de verdad con la labor de ser “plataforma única” en calzado, debe venir diseñado con los procesos del fabricante en mente. Algunas de las funcionalidades específicas que hacen que valga la pena: 

🔹Estructura de producto: modelo > talla > color, lo que permite gestionar variantes sin perder visibilidad. 

🔹Gestión por fases de fabricación: corte, aparado, montaje, acabado… con tracking de tiempos, costes, mermas y subcontratas. 

🔹Almacén inteligente: múltiples ubicaciones, tallas/colores, entradas/salidas, reservas de stock por canal. 

🔹Ventas-almacén-producción integrados: cuando la venta, el pedido mayorista o retail impacta directamente en la planificación de producción. 

🔹Trazabilidad de lote y materiales: para saber de dónde viene cada componente, qué lote, qué proveedor. 

🔹Subcontratación integrada: si partes de la fabricación se externalizan, el ERP debe abarcar compras, órdenes de subcontrata, recepción, conectividad en datos. 

🔹Visión unificada de datos: que finanzas, producción, almacén, compras y ventas trabajen con la misma base de datos. 

Cuando todo esto está en una sola plataforma, se reducen los “parches” de integración entre sistemas que no fueron concebidos para el calzado, y el fabricante gana en agilidad, control y coste. 

 Beneficios tangibles: datos que lo respaldan 

El valor de esta integración sectorial no es solo teórico. Veamos algunas evidencias: 

✅ Según un estudio de Gartner, el 77% de las organizaciones que habían tenido un ERP en producción durante más de un año dijeron haber eliminado silos de datos. NetSuite 

✅ De la misma fuente, el 62% de las empresas afirmaron que sus sistemas ERP les habían ayudado a reducir costes gracias a una mejor gestión del inventario y compras. NetSuite 

✅ Otra investigación señala que los sistemas ERP sectoriales en manufactura pueden reducir los costes operativos hasta un 23% gracias a visibilidad en tiempo real de inventario, recursos y programas de producción. MIE Solutions 

✅ En la guía sobre ERP para fabricación de Deloitte se indica que más del 85% de los directivos de manufactura consideran crítica la transformación digital, incluyendo ERP, para mantener la competitividad. ERP Software Blog 

Estos datos muestran que no se trata solo de “menos integraciones” sino de resultados reales: visibilidad, reducción de costes, datos únicos, mejores decisiones. 

¿Qué diferencia ofrece un ERP hecho para el calzado frente a soluciones genéricas + integraciones?

    • Menos desarrollos a medida: una solución sectorial ya incluye procesos típicos del calzado. Esto supone menos tiempo de implantación y menos riesgo tecnológico. 
    • Menos errores de “traducción”: cuando múltiples sistemas se conectan, los modelos, colores y tallas pueden perderse en traducciones manuales o formatos distintos. Un ERP especializado lo articula de forma natural. 
    • Actualizaciones coherentes: con una plataforma única, las mejoras se aplican de forma uniforme, sin necesidad de adaptar cada conector o personalización. 
    • Soporte alineado con el sector: el proveedor entiende el negocio del calzado, conoce tallas/colores/variantes/subcontratas, lo que mejora calidad de consultoría, implantación y mantenimiento. 
    • Costes más controlados: cada conector extra, cada ERP genérico adaptado implica coste adicional, complejidad y dependencia de la TI que no aporta valor al producto final. Aquí se invierte en fabricar, no en integrar. 

➡️¿Y qué pasa con las integraciones inevitables? 

Aunque un ERP sectorial lo cubre casi todo, es importante reconocer con transparencia que algunas integraciones siguen siendo necesarias: e-commerce, marketplaces, algunos proveedores externos, móviles, IoT… La clave está en que estas integraciones sean pocas, bien definidas y mantenibles, no una maraña creciente de conectores improvisados. 

En este sentido, la plataforma especializada permite que esas integraciones “extra” se conviertan en extensiones controladas, no en grietas operativas: 

    • Utilizando APIs estándar, conectores ya desarrollados o módulos que gestionan lo externo. 
    • Evitando que la implantación crezca sin control al sumar nuevos sistemas. 
    • Garantizando que el núcleo de producción-almacén-ventas del fabricante de calzado siga corriendo en la misma plataforma, con los mismos datos, sin fragmentación. 

Lo inevitable (y cómo gestionarlo bien): integraciones que sí aportan valor

Ningún fabricante de calzado vive aislado. Por muy completo que sea su ERP, siempre habrá sistemas con los que deba convivir: tiendas online, marketplaces, plataformas logísticas o herramientas de business intelligence.
La clave no es eliminarlas, sino mantenerlas bajo control.
El problema aparece cuando cada una de esas integraciones se convierte en un proyecto distinto, con distintos proveedores, formatos y dependencias. 

Las integraciones que suman (y no restan)

En un contexto industrial, las integraciones útiles son las que amplían la información o la hacen más accesible, sin duplicar procesos.
Ejemplos claros en el sector calzado: 

🔹E-commerce / Marketplaces: conexión con Prestashop, Shopify o Zalando para sincronizar stock, tallas y precios. 

🔹EDI con grandes clientes: automatización de pedidos y facturas, reduciendo errores humanos. 

🔹 Business Intelligence: extraer datos del ERP para análisis avanzado, sin alterar los procesos base. 

🔹Gestión logística / transportes: integración con agencias o software de trazabilidad de envíos. 

En estos casos, la integración añade valor operativo, no complejidad.
De hecho, según un informe de MuleSoft (State of Connectivity 2024), las empresas que gestionan sus integraciones de forma estructurada y centralizada reducen hasta un 30 % el tiempo de implantación de nuevas aplicaciones y mejoran la productividad un 14 %.
Esto confirma que el problema no es integrar, sino cómo se integra. 

“No todas las integraciones son iguales: unas te acercan al cliente, otras te alejan de tu negocio.” 

Las integraciones que cuestan más de lo que aportan

Por otro lado, Gartner estimó que el 50 % de los costes de mantenimiento de TI en muchas medianas empresas procede de integraciones personalizadas entre sistemas heterogéneos.
Es decir, conectores ad-hoc, scripts o pasarelas que deben actualizarse cada vez que cambia una versión.
En el sector calzado, esto se traduce en: 

❌ Costes recurrentes por mantener conectores entre ERP genéricos y módulos de fabricación o logística. 

❌ Pérdida de trazabilidad de datos cuando los códigos de artículos o tallas no coinciden entre sistemas. 

❌ Fallos en la sincronización que derivan en errores de stock o duplicidades en pedidos. 

El resultado es un modelo de TI que crece en complejidad, no en valor.
Por eso, cada integración debería evaluarse con una pregunta sencilla:
¿Este enlace mejora el control y la eficiencia… o sólo conecta dos sistemas que nunca debieron estar separados? 

Cómo gestionar las integraciones inevitables sin perder el control

Adoptar un ERP especializado no elimina las integraciones, pero sí cambia el enfoque: 

1️⃣ Integrar sólo lo estratégico, no lo accesorio. 

2️⃣ Usar conectores estándar o APIs abiertas, para que no dependan de desarrollos a medida. 

3️⃣ Centralizar la gestión: que el ERP sea el núcleo donde converge toda la información. 

4️⃣ Monitorizar y auditar: saber qué se sincroniza, cuándo y con qué resultado. 

5️⃣ Evitar la sobre-ingeniería: menos capas técnicas, más transparencia operativa. 

Un informe de IDC (Worldwide Digital Transformation Spending Guide, 2024) estimó que el 45 % del gasto en digitalización industrial se dedica hoy a resolver problemas de integración.
Invertir en un ERP que nace integrado con los procesos del calzado significa redirigir ese presupuesto hacia la productividad, no hacia “coser software”. 

Conclusión: menos tiempo integrando, más tiempo fabricando

En un momento en que la competencia global se mide en semanas de entrega, flexibilidad de modelos y precisión de stock, los fabricantes de calzado no pueden permitirse un ecosistema tecnológico que frene su avance.
El reto ya no es incorporar más herramientas, sino lograr que la tecnología desaparezca como obstáculo y actúe como palanca del negocio. 

Un ERP sectorial, diseñado para entender la lógica del calzado, sus modelos, tallas, hormas, fases y subcontratas permite precisamente eso: trabajar con una única fuente de datos, un único lenguaje y una visión unificada de toda la cadena de valor.
Significa menos integraciones, menos dependencia de desarrollos externos y más capacidad para centrar los recursos donde realmente se crea valor: la fabricación, la innovación y la calidad del producto. 

Según el estudio ERP in Manufacturing: Planning for 2025 (MIE Solutions, 2024), las empresas manufactureras que han consolidado sus sistemas en una única plataforma ERP especializada logran reducir hasta un 23 % sus costes operativos y aceleran la toma de decisiones un 36 % gracias a la información integrada. No es casualidad: cuando todos los datos conviven en un mismo entorno, el negocio fluye. 

El futuro del calzado no pasa por sumar más software, sino por construir una base sólida sobre la que todo encaje.
Un ERP que nace del propio proceso productivo del calzado simplifica la digitalización, evita la duplicidad de esfuerzos y convierte la información en una herramienta real de control y rentabilidad. 

“Cada minuto que tu equipo dedica a reconciliar sistemas, es un minuto que no está fabricando, innovando o vendiendo.” 

Nueva llamada a la acción


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