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La exportación hortofrutícola, con Almería como una de las regiones más productivas del panorama nacional, abastece a diario a los principales mercados mayoristas de Europa. Pero en un entorno cada vez más exigente donde la calidad, la trazabilidad y la rapidez en la entrega son diferenciales clave muchas envasadoras siguen gestionando sus almacenes con herramientas inadecuadas: hojas de cálculo, partes en papel y procesos que dependen en exceso de la experiencia individual.

Frente a esto, la digitalización del almacén hortofrutícola ya no es una opción, sino una necesidad para garantizar eficiencia, cumplimiento normativo y competitividad en el medio plazo. En este artículo analizamos con precisión cómo cambia una planta envasadora antes y después de implantar un sistema ERP especializado.

👉Antes de la digitalización: “Todo está en la cabeza del encargado”

En muchas empresas, el funcionamiento del almacén depende de personas clave que acumulan años de experiencia, pero también responsabilidades críticas que no siempre están documentadas ni sistematizadas. Esta situación genera varios riesgos:

    • Falta de visibilidad en tiempo real: No se sabe con precisión qué cantidad de producto hay, en qué cámara, ni en qué estado está.
    • Errores en la preparación de pedidos: Confusiones en la selección del envase, cambios de última hora en el pedio que no son tenidos en cuenta en producción, mermas no detectadas.
    • Dificultad para cumplir con normativas de trazabilidad (IFS, GlobalG.A.P., QS, etc.): La información existe, pero no está organizada ni accesible.
    • Dependencia de Excel y partes en papel: Los datos se recogen a posteriori, y no siempre se actualizan ni se cruzan correctamente.
    • Retrasos en la toma de decisiones: La gerencia no tiene datos fiables hasta días después del cierre del albarán o la carga.

💡Este modelo de gestión, aunque todavía habitual en muchas pymes, ya no responde a las exigencias del mercado europeo, especialmente cuando se trata de supermercados que exigen trazabilidad completa, entregas sincronizadas y certificaciones en regla.

Después de la digitalización: visibilidad, control y eficiencia

Con la implantación de un ERP agroindustrial especializado como NetAgro, el almacén se convierte en una unidad integrada dentro del flujo de información de toda la empresa. Las mejoras son tangibles desde el primer día:

🔍 Visibilidad en tiempo real

  • Se conoce con exactitud qué producto hay en cada ubicación (cámara, línea, palet).
  • Los responsables pueden consultar desde el despacho o el móvil el estado de las existencias, órdenes de carga y niveles de rotación.

🎯 Preparación de pedidos sin errores

  • Se asignan palés de forma automática según criterios como variedad, fecha de recolección o cliente específico.
  • Se evita mezclar partidas incompatibles, reduciendo devoluciones y penalizaciones por parte del cliente.

🔗 Trazabilidad total

  • Desde la finca hasta el cliente final: cada palé queda asociado a su origen, tratamientos fitosanitarios aplicados, y operarios que intervinieron en su manipulación.
  • En caso de inspección o reclamación, la respuesta es inmediata y documentada.

🧾 Cumplimiento normativo automatizado

  • Los sistemas generan automáticamente los informes que exigen los protocolos de calidad y las auditorías (IFS Food, BRC, GlobalG.A.P., etc.).
  • Se evitan multas o pérdida de certificaciones por falta de registros.

📊 Información para decidir, no solo para archivar

  • El CEO y el equipo de dirección acceden a indicadores clave (coste por cliente, margen por producto, rendimiento por línea de trabajo) en tiempo real.
  • Se pasa de gestionar por intuición a dirigir por datos.

Impacto estratégico para la empresa

Más agilidad, menos dependencia

Un sistema digital reduce la dependencia de personas clave para tareas que deben estar sistematizadas. Esto permite escalar operaciones o replicar modelos de trabajo en nuevas instalaciones.

Más confianza para los clientes europeos

Los grandes distribuidores y cadenas europeas ya no aceptan ineficiencias. La digitalización transmite confianza, profesionalidad y capacidad de reacción, elementos clave para ganar o mantener cuentas clave.

Más rentabilidad operativa

La reducción de mermas, errores logísticos, sobrecostes de personal o pérdida de producto no trazado impacta directamente en el resultado final. En un sector de márgenes ajustados, este punto es diferencial.

Conclusión

Digitalizar el almacén no es informatizar un par de procesos sueltos. Es cambiar la forma de trabajar para ganar visibilidad, precisión y control en todas las fases: desde la entrada del género en el almacén hasta que el camión sale hacia el mercado.

Quienes han dado el paso ya no lo conciben de otro modo. Y quienes aún no lo han hecho, lo acabarán haciendo, aunque sea empujados por las exigencias del mercado. La diferencia está en si se hace desde una posición de liderazgo o de urgencia.

Nueva llamada a la acción


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