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Los que llevamos muchos años en este sector, a finales de los 80 y principios de los 90 empezábamos a hablar de conceptos como cortes, forros, plantas, pisos, tacones, aparado, montado, envasa, etc.
Ni si quiera había oído hablar de Windows por aquel entonces, pero empezábamos a abordar implantaciones en empresas de calzado, empresas que quería gestionar albaranes, facturar y llevar su contabilidad de forma informatizada. Otras iban más lejos, empezaban a grabar pedidos para así controlar el pendiente de servir, muchas de ellas también querían controlar los cobros para hacer sus remesas y llevarlas al banco.

Nuevo llamado a la acción

Este proceso de informatización no iba a quedarse ahí, colaborando con los encargados de producción empezamos a trabajar los conceptos como escandallos, despieces, materias primas, consumos, proveedores, etc. Toda esa información la introducíamos en los sistemas informáticos para que fueran capaces de hacer los pedidos de materia prima a los proveedores.
Según las empresas veían como mejoraban sus procesos, ampliaban esta informatización de su empresa, pasando a controlar los almacenes de material y sus correspondientes trasiegos. Profundizamos con empresas comercializadoras de calzado y empezamos a controlar en su máxima expresión los almacenes de producto terminado.

¿Volver a empezar o volver a mejorar?

Sufrimos un final de siglo que informáticamente fue un antes y un después; todo cambió, nuevas rutinas, nuevos sistemas, nuevas monedas… La andadura con Windows ya había empezado, sí, llevábamos 5 años pero este fue el momento de su irrupción en el mundo empresarial.
Volvimos a empezar con un nuevo reto: Ofrecer una solución integral al sector calzado, pero en un sistema operativo diferente, nuevas maneras de hacer, nuevos periféricos… La frases que más escuchábamos por aquel entonces “No me aclaro con el ratón ese…..”, “Prefiero mil veces darle al <intro>”. Y volvimos a conseguirlo.
Al poco era el turno de Internet, junto con el concepto de colaboración y “ON LINE”, un nuevo reto, desarrollar soluciones para la colaboración de representantes y colaboradores en cualquier momento y con cualquier dispositivo. Así llegaron las plataformas para colaboración con profesionales (B2B) y con clientes finales (B2C).

Y esto no terminará, seguiremos aprendiendo

Vaya que no, seguirá cambiando todo y yo seguiré aprendiendo de vosotros porque todavía sigo diciendo, “es que cada empresa sois un mundo”. Es apasionante a la vez que interesante, cada empresa, cada manera de hacer, cada persona, cada problemática encontrada.
Gracias a todo el sector calzado por todos estos años de aprendizaje y los que nos quedan.

Nuevo llamado a la acción

 


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