El aplazamiento de Verifactu: ¿qué ha pasado?
El 2 de diciembre de 2025, el Ejecutivo anunció, mediante Real Decreto-Ley aprobado por el Ministerio de Hacienda y Función Pública, que el sistema de verificación de facturas Verifactu, obligatorio hasta ahora a partir de 2026, no entrará en vigor hasta 2027.
En concreto:
👉 Para sociedades sujetas al Impuesto de Sociedades, la obligación arrancará el 1 de enero de 2027.
👉 Para pymes y autónomos, la fecha queda para el 1 de julio de 2027.
La razón oficial del aplazamiento: conceder “un margen adicional” a empresas y autónomos para adaptar sus sistemas de facturación, ante la presión del tejido empresarial y partidos como Junts per Catalunya.
¿Qué es Verifactu y por qué generó tanta expectación?
Verifactu es un sistema regulado por el Real Decreto 1007/2023, diseñado para garantizar que los registros de facturación de empresas y profesionales sean íntegros, inalterables, trazables y comprobables por la Agencia Tributaria (AEAT).
Entre sus requisitos destacan: la generación de un registro único por factura, firma electrónica, inclusión de un código QR, conservación segura de datos y en su modalidad Verifactu, la remisión automática de facturas a la AEAT en el momento de emisión.
➡️ El objetivo: ofrecer trazabilidad total, prevenir fraude fiscal y aportar mayor seguridad jurídica, además de facilitar el control en tiempo real de la facturación.
¿Quién ya había implementado Verifactu y por qué ahora sale beneficiado?
Hasta noviembre de 2025, según datos del observatorio de pymes y asesorías citado por medios, solo un 8 % de pymes y autónomos había implementado Verifactu, y alrededor del 15 % estaban en proceso de hacerlo.
Estas empresas y autónomos decidieron con previsión o convencidos por sus asesores adaptarse temprano: invirtieron en software conforme a los requisitos del decreto, adaptaron sus procesos contables, formaron equipos, integraron sistemas de firma, almacenamiento y envío automático.
Ahora, con el retraso de la obligación, estas empresas obtienen una serie de ventajas inesperadas:
✅ Ventaja operacional: ya dominan un sistema que será obligatorio más adelante. Tienen experiencia, procesos depurados, y están preparadas para cumplir sin prisa ni urgencias.
✅ Ahorro de estrés y riesgo: no tendrán que interrumpir su operativa en 2027 para adaptarse ya lo hicieron antes, lo que reduce la tensión organizativa.
✅ Mejora en eficiencia y profesionalización interna: su contabilidad es ya más transparente, automatizada y segura, lo que puede mejorar la relación con proveedores, clientes, y agilizar cobros/pagos.
✅ Beneficio reputacional: se pueden presentar como empresas modernas, responsables y comprometidas con normativa, facturación digital y cumplimiento fiscal una ventaja de marketing en entornos B2B.
Para negocios como los tuyos especialmente si ya trabajas con ERP, gestión de facturación y servicios B2B estar entre los primeros puede convertirse en un síntoma de profesionalidad, fiabilidad y diferenciación.
¿Por qué, aún así, muchas empresas celebran el aplazamiento?
El aplazamiento también ha sido recibido con alivio por buena parte del tejido empresarial, especialmente autónomos y pymes, colectivos presionados por la inversión en software, formación y cambios organizativos a contrarreloj.
Para muchos, la noticia significa: más tiempo para analizar, planificar, presupuestar y ejecutar la adaptación; menor riesgo de sanciones debido a implementación apresurada; y posibilidad de aprovechar recursos de forma más estratégica en 2026.
Sin embargo, este aplazamiento también deja en evidencia lo abrupto del cambio normativo, la incertidumbre regulatoria y la dificultad de cumplir plazos rigurosos sin poner en riesgo la operativa diaria.
Qué implica para empresas que aún no han adoptado Verifactu
Para quienes aún no lo han implementado, el retraso puede parecer un respiro. Pero conviene tener en cuenta varios riesgos:
➡️ La obligación sigue en pie su entrada se ha retrasado, pero no cancelado. Hay tiempo, pero habrá que adaptarse.
➡️ Si se retrasa aún más la adaptación, se pospone también la profesionalización de la contabilidad, la trazabilidad y las ventajas operativas.
➡️ Las empresas que sí adoptaron Verifactu ya acumulan experiencia, lo que en 2027 se traducirá en eficiencia competitiva, menos incidencias, mayor fiabilidad en gestión y facturación.
Por eso, para muchas empresas de mediano/tamaño medio sobre todo aquellas orientadas a B2B, ERP, facturación recurrente, gestión profesionalizada puede seguir mereciendo la pena anticiparse.
Conclusión: es un tiempo extra pero no un tiempo muerto
El aplazamiento de Verifactu a 2027 puede interpretarse como una pausa inesperada en el calendario normativo. Para muchas pymes y autónomos supone alivio y más tiempo para adaptarse. Pero para quienes ya habían dado el paso, este retraso no resta valor a su inversión: al contrario, refuerza su posición.
Las empresas que se han anticipado llegan a 2027 con procesos sólidos, equipos formados y una madurez digital que se traducirá en menos incidencias, más fiabilidad y una capacidad superior para competir en entornos donde la trazabilidad y la precisión serán imprescindibles.
En definitiva, adelantarse no ha sido un esfuerzo en vano, sino un movimiento estratégico que ahora gana aún más relevancia. No es un tiempo muerto, es un tiempo extra.
👉Más info aquí: https://www.clavei.es/sistema-verifactu/













































