Comparte este artículo

El sector comercial está sufriendo de primera mano las consecuencias del entorno económico cambiante definido por una clara tendencia inflacionista. Los comercios sufren en primera persona esta situación que, unida al incremento de los costes fijos, hacen que muchas veces se planteen recortes, bajas de servicios e incluso el cierre de la actividad. Por tanto, adaptarse a este nuevo entorno optimizando los recursos de los que disponemos puede ser la clave del éxito.

1. Tu tienda habla. Escúchala.

Seguramente puedas decirnos cuál es el mes en que vendes menos, cuál es el producto que más demandado y cuál es el que te aporta más beneficios o el que menos ¿Alguna vez te has parado a analizar todos esos datos? ¿Has detectado cuales son las variables que más afectan a tus beneficios? Puede que para ahorrar costes lo primero que tengas que hacer es un ejercicio de reflexión y establecer unos objetivos concretos o KPis que te ayuden a mejorar tu rentabilidad. Por ejemplo, utilizar un programa en el que de un solo vistazo puedas ver todos los parámetros que influyen en tu tienda puede ser la clave para la toma de decisiones acertadas.

2. Analiza los tiempos y optimiza recursos

Es muy posible que si te sientas a hablar con los empleados todos te cuenten que en sus jornadas realizan las mismas tareas de forma recurrente. Muchas de ellas podrían digitalizarse y simplificarse, permitiendo que dispongan de tiempo para lo que realmente importa, que es por ejemplo incrementar las ventas o conseguir más clientes. Elimina de tu agenda los días dedicados a la facturación, el envío de remesas o el control de presupuestos, envíos recurrentes de correos electrónicos, organización de documentos, … En otras palabras, puede que sea el momento de elegir una herramienta de gestión de procesos adecuada. Te invito a conocer algún ejemplo.

3. Antícipate. La importancia de las previsiones de ventas y el control de stock

No te quedes sin tus productos estrella. Es posible que, dependiendo de las estaciones, los eventos, el entorno, el producto que más se demanda vaya cambiando. Establecer cuáles son y cómo varían pueden hacer que acertemos con las compras, sin quedarnos sin stock ni tenerlo sobrante. Además, con una trasformación digital de tu negocio consigues ver a tan solo un click toda la información que necesitas, pudiendo gestionar incluso las ofertas de los proveedores o los márgenes de beneficios con los que trabajas para mejorarlos evitando siempre los errores humanos.

Del mismo modo, una mejora en la gestión de los almacenes puede ser determinante para reducir gastos. La variación de los precios, las faltas de materias primas u el entorno cambiante en la demanda hace que optimizar el stock sea muy complejo. Es muy importante tener previsiones establecidas, así como actualizar los precios de compra, ventas, los negocios con los proveedores…Toda esta información y gestión será determinante para monetizar cada uno de nuestros esfuerzos. Así, hay que prestar especial atención a los distintos almacenes y a los movimientos del stock. Dar respuesta en el momento concreto en que el cliente demanda nuestro producto puede ser un factor destaco y determinante en su elección.

4. Dale la importancia que merece a tu ecommerce.

La mayoría de los comercios con tienda física se han lanzado de lleno a la venta on line, esperando que sea una fuente de ingresos. La realidad es que no llega tan solo con implantarlo sino que hay que trabajarlo y lo más importante, unirlo a la estrategia del negocio de presencial, puesto que siempre han de ir de la mano. Conectar la tienda on line con la gestión del negocio es un factor determinante del para el éxito del ecommerce. Reducir los gastos de gestión de la tienda virtual es básico.

 

Nueva llamada a la acción


Comparte este artículo