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Bueno, pues aquí estamos de nuevo, entre hueco y hueco que me dejan mis niños, he ido escribiendo este post que desde mucho tiempo me rondaba en mi inquieta cabeza.
Últimamente se habla mucho de los millenials, los nuevos profesionales, jóvenes e inquietos que llegan a las empresas, ansiosos por aprender en su nuevos trabajos pero también por disfrutar de sus vidas, viviendo nuevas aventuras cada día, dando una gran importancia al crecimiento profesional , pero sin dejar de lado, la VIDA, y sinceramente estoy con ellos.

En este post quería hablar de una cualidad que cualquier departamento de gestión de personas debería de tener en cuenta y por lo menos en Clavei lo tienen.
Durante toda mi vida, las personas que se han ocupado de mi educación me han inculcado la importancia de saber con quien me juntaba, y gracias a ello estoy rodeado de gente increíble en mi vida, ya que he sabido escoger muy bien, Pero luego llegas al mundo laboral y la gente que rodea ya no la escoges. Puedes tener la inmesa suerte de estar rodeado de grandes profesionales y mejores personas o estar  rodeado de grandes profesiones pero no tan bellísimas personas, sinceramente el supuesto de estar rodeado de malos profesionales y malas/buenas personas ni me planteo.
Y cuando estamos rodeados en este nuevo entorno de gente maravillosa pensamos, que suerte tengo, pero tal vez no sea suerte, sino que tenemos un departamento de Personas que sabe escoger. Y es que para mi, en la vida personal y profesional, sólo existen dos tipos de personas, la personas PLOMO y las personas CORCHO, tal vez por ser hombre, haya simplificado y ya no me fije en si las personas son egoístas o generosas, buenas o malas, listas o tontas, para mi lo importante es rodearme de gente CORCHO, porque el corcho flota y el plomo se hunde.  Cuando en nuestra organización/vida estamos rodeados de gente corcho siempre saldremos a flote, porque la gente corcho a veces nos volvemos plomo pero el corcho que nos rodea nos saca a flote, pero la gente plomo no se vuelve corcho y termina hundiendo todo lo que le rodea.
Por lo tanto, desde este privilegiado escaparte que Clavei me da la oportunidad de tener, os aconsejo que os rodeis de corcho, porque aunque la gente diga que la vida es corta, siento deciros que no, que es una gran mentira, la vida es muy larga (gracias a Dios) y tiene grandísimos momentos, que rodeados de corcho son la leche, pero también tiene momentos duros, que rodeados de corcho se hacen más llevaderos.

Propongo que todo el mundo, en su currículum ponga en grande y en negrita que es una persona CORCHO, que resalte tanto como sus estudios y su experiencia, porque la empresas necesitan tener CORAZON y para ello tienen que estar formadas por gente con CORAZON. Y como nos dijo Eva Collado (a la que desde aquí mando un fuerte abrazo) la HONESTIDAD y HONRADEZ son rentables.

Para terminar, sólo quería agradecer a Clavei que haya seleccionado tanto corcho y de tan buena calidad, porque así  jamás este barco dejará de flotar.
Hasta la próxima amigos.

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